No se si recuerdas como te mire la primera vez, te convertiste en lo único que podía ver, escuché cada una de tus palabras, disfrute cada una de tus notas, jamás había escuchado de ti, jamás hubiera imaginado quererte a ti.
Yo no soy una mujer como las demás o tal vez soy tan común como aquellas que te adoran, desde ese día quise conocerte incluso me atreví y me puse enfrente.
Decidí seguirte, acompañarte y sonreírte, fui sincera y sin mentirte yo solo quería estar a tu lado en tu grandeza, a tu lado en tu independencia.
No pensé que con el tiempo significaras más con tu esencia, que en mi pensamiento te albergaras y en mi pecho te guardarás, que en cada suspiro te estacionaras y que me doliera tanto esta estancia.
Alguna vez pasó por mi mente decirte cuanto te anhelaba, decirte cuántas veces por las noches imaginaba que en tus brazos yo estaba, decirte cuantos días despertaba añorando tu mirada.
Sabía que era una fantasía, que los besos y caricias nunca llegarían, que en los sueños solo se podría, pero un día desapareciste y con ello llego esta agonía.
Tu no sabes cuantas veces te he mirado y he tenido las ganas de abrazarte, cuantas veces he tenido ganas de llorar por tan solo escucharte, tu no sabes lo mal que la he pasado contemplando el rumbo que has tomado.
Quisiera gritar los celos que he pasado pero temo en realidad que sea mi idea y que yo no sea ni siquiera el recuerdo del pasado.
No soy fuerte y no soy normal yo no oculto lo que soy, solo que no has preguntado y yo no he contestado, he estado sola desde hace ya un rato, mi cama está vacía cada noche y cada día.
No hay más amor que quien dice la verdad, nos gusta la compañía.
